O cómo los críticos musicales pretenden dividir lo mismo.
Estas "Mamushkas" tienen la particularidad de que una vez que habrimos una, otra aparece igual y más pequeña, generando una extraña sensación de infinitud.
Si bien se puede hablar de géneros musicales, muchos críticos olvidan que estamos frente al mismo fenómeno "La música" y las constantes divisiones entre música "popular" y "culta", "Jazz tradicional" o "Contemporáneo", "Tango Clásico" y "Tango Fusión·, entre otras divisiones absurdas, no hacen más que "colocar en cajitas ordenadas arbitrariamente" a la música y sus músicos. Poco importa que sepamos que este tema es "Rock" o "Jazz" o "Clásico Contemporáneo" si no aprendemos a escuchar.
Nominar la música no es entenderla, lo mismo que saber el nombre botánico de una especie no nos hace percibir el perfume de una flor.
Percibir la música sin categorías
Para entender el lenguaje musical, las categorías no son un buen comienzo. De hecho las categorías nos sirven para diferenciar y clasificar posteriormente conjuntos de elementos similares, algo bastante útil y lógico por cierto.
Las categorías tienen su lugar y son sumamente útiles en el trabajo mental de la abstracción, el reconocimiento y la clasificación.
Pero el lenguaje musical es fundamentalmente sensorial, una entidad -no lógica- que sin embargo contiene una estructura, pero de un orden muy diferente al del lenguaje escrito.
Como todas las Artes, la música es "una máquina de producir percepciones múltiples". Y cuando nos referimos a "percibir", no estamos hablando de ideas, ya que las mismas son el concepto que tenemos luego de pecibir.
Lamentablemente no estamos muy educados para "percibir" y de ese modo las categorías, nombres y etiquetas son las que despiertan nuestras emociones,
Esto no significa que la música no pueda "valorarse". A veces se repite que "sobre gustos no hay nada escrito", afirmación falsa. No hay cultura que no haya manifestado una "Estética" determinada, ni sistema filosófico que haya prescindido del problema de "la buena forma".
La apertura a la que me refiero es del orden de la percepción. Para poder entender la música debemos despojarnos de todas las ideas que tengamos y dejar que los sonidos hagan su efecto en nosotros.
Recomedaciones para escuchar una obra musical desde la "percepción
"
1- Olvide momentáneamente el género al que le dijeron pertenece la obra.
2- Concéntrese en la melodía primero y en la armonía después.
3- Reconozca cuando la armonía altera la melodía.
4- Si está oyendo una obra sinfónica, intente concentrarse en un instrumento (ej. un violín) y aunque no sea el solista, elija escucharlo como si lo fuera. De este modo comenzará a diferenciar los instrumentos que antes no captaba.
5- Concéntrese luego en los ritmos e intente diferenciar cuándo cambian. (en la música contemporánea, los cambios súbitos de ritmo son frecuentes y pueden añadir riqueza a la composición).
6- Comparta sus experiencias con otra persona que haya realizado el mismo ejercicio con Usted.
Alfredo Corton
Estas "Mamushkas" tienen la particularidad de que una vez que habrimos una, otra aparece igual y más pequeña, generando una extraña sensación de infinitud.
Si bien se puede hablar de géneros musicales, muchos críticos olvidan que estamos frente al mismo fenómeno "La música" y las constantes divisiones entre música "popular" y "culta", "Jazz tradicional" o "Contemporáneo", "Tango Clásico" y "Tango Fusión·, entre otras divisiones absurdas, no hacen más que "colocar en cajitas ordenadas arbitrariamente" a la música y sus músicos. Poco importa que sepamos que este tema es "Rock" o "Jazz" o "Clásico Contemporáneo" si no aprendemos a escuchar.
Nominar la música no es entenderla, lo mismo que saber el nombre botánico de una especie no nos hace percibir el perfume de una flor.
Percibir la música sin categorías
Para entender el lenguaje musical, las categorías no son un buen comienzo. De hecho las categorías nos sirven para diferenciar y clasificar posteriormente conjuntos de elementos similares, algo bastante útil y lógico por cierto.
Las categorías tienen su lugar y son sumamente útiles en el trabajo mental de la abstracción, el reconocimiento y la clasificación.
Pero el lenguaje musical es fundamentalmente sensorial, una entidad -no lógica- que sin embargo contiene una estructura, pero de un orden muy diferente al del lenguaje escrito.
Como todas las Artes, la música es "una máquina de producir percepciones múltiples". Y cuando nos referimos a "percibir", no estamos hablando de ideas, ya que las mismas son el concepto que tenemos luego de pecibir.
Lamentablemente no estamos muy educados para "percibir" y de ese modo las categorías, nombres y etiquetas son las que despiertan nuestras emociones,
Esto no significa que la música no pueda "valorarse". A veces se repite que "sobre gustos no hay nada escrito", afirmación falsa. No hay cultura que no haya manifestado una "Estética" determinada, ni sistema filosófico que haya prescindido del problema de "la buena forma".
La apertura a la que me refiero es del orden de la percepción. Para poder entender la música debemos despojarnos de todas las ideas que tengamos y dejar que los sonidos hagan su efecto en nosotros.
Recomedaciones para escuchar una obra musical desde la "percepción
"
1- Olvide momentáneamente el género al que le dijeron pertenece la obra.
2- Concéntrese en la melodía primero y en la armonía después.
3- Reconozca cuando la armonía altera la melodía.
4- Si está oyendo una obra sinfónica, intente concentrarse en un instrumento (ej. un violín) y aunque no sea el solista, elija escucharlo como si lo fuera. De este modo comenzará a diferenciar los instrumentos que antes no captaba.
5- Concéntrese luego en los ritmos e intente diferenciar cuándo cambian. (en la música contemporánea, los cambios súbitos de ritmo son frecuentes y pueden añadir riqueza a la composición).
6- Comparta sus experiencias con otra persona que haya realizado el mismo ejercicio con Usted.
Alfredo Corton